Curuguaty: Ex defensor de campesinos critica chicanerías y politización [Prensa]

Rodolfo Aseretto abandonó la defensa de los campesinos presos por el caso Curuguaty porque sus colegas exigieron que se aparte «por ser liberal». Esto, tras pedir que no se cometan chicanerías y evitar injerencias políticas.

Aseretto había dejado en el 2012 el Comité de Iglesias, que asistía a los campesinos presos por el caso Curuguaty, pero luego fue invitado nuevamente a ejercer la defensa. Sin embargo, considera que su incorporación generó celos a los demás profesionales, pues se disputaba la coordinación.

Durante el proceso fueron llegando más abogados desconocidos; en las reuniones todos opinaban, pero finalmente nada se resolvía; dos o tres abogados se adueñaban de la causa y «era una especie de torre de Babel», criticó en comunicación con la Monumental AM 1080.

En uno de los encuentros pidió no cometer chicanerías, porque eso debilita a la persona y a la institución. Asimismo, exigió que se evite toda injerencia política. Pero dos días después, Monseñor Melanio Medina le comunica que, a pesar de su mediación, los abogados pidieron que se apartara del caso «por ser liberal».

Por su experiencia, comenta que en este tipo de casos aparecen oportunistas y que es el abogado el que debe tener carácter y compromiso.

En el proceso llegó a notar que muchos políticos se acercaban, «más de izquierda que de derecha», gente del Frente Guasu y Luis Alberto Wagner, entre ellos. Pero también se recibían órdenes desde Tacumbú, pero no dio nombres, y en ese momento tuvo la certeza de que su presencia era un obstáculo. «A mí me filtraron que había llamadas de Tacumbú dándole instrucciones a ciertos abogados; había otra gente que jugaba a espaldas de nosotros, y eso a mí no me gustó», refirió.

Todos estos errores motivaron que no tuvieran una estrategia a lo largo del proceso y que luego pidieran auxilio a Luis Lezcano Claude y Alberto Alderete, a gente de experiencia para tratar de salvar la situación, porque «en el barco de la defensa entraba agua por todos lados», acusó.

Para Assereto, había oportunidad de conseguir penas más bajas y la absolución de algunos campesinos. Considera que su conocimiento hubiera sido de provecho para el caso.

Aunque explicó que todavía los campesinos pueden cambiar de abogado, en caso de que le pidieran a él, lo pensaría mucho y pondría condiciones. «Yo no quiero cargar con el muerto a esta altura del campeonato», sentenció.

Abogados «chicanearon a su gusto»

El abogado Osvaldo Granada Salaverry criticó que se haya dejado de lado a los defensores anteriores. A Rodolfo Assereto le reconoce su trayectoria y a Guillermo Ferreiro su excelencia.

En cambio, quedaron profesionales que suspendieron el juicio en varias ocasiones por presentar 17 recusaciones. «Chicanearon a su gusto», expresó en Monumental AM.

En ese sentido, le sorprende la paciencia que tuvo el Tribunal, ya que si se trataba de otro abogado o el mismo Granada Salaverry, «nos mandaban a Tacumbú si estábamos haciendo una segunda chicana», indicó.

Se refirió a Víctor Azuaga como un bruto por lanzar un bollo de papel y tratar de gorda a la fiscala Liliana Alcaraz, a quien le reconoce trayectoria y honorabilidad. «Será el líder de una barrabrava, pero abogado no es… esto es el reniego absoluto a todas las reglas mínimas de ética», dijo, refiriéndose al defensor.

Asimismo, criticó la toma de la sala del juicio tras conocerse las condenas de entre 4 y 35 años. Por todas las faltas y lo que considera un engaño a la ciudadanía, califica de pésima la defensa de los campesinos.

Sobre la lucha por la tierra, indicó que cualquier disputa se debe llevar a las vías legales y que, en este caso, había una orden judicial que se debía cumplir y, en todo caso, luego discutir su arbitrariedad. «Nunca se me ocurriría decirle recurrir a las escopetas y meterle bala a todos los que entren», criticó.

Entre otros errores, citó la instalación del término masacre a lo ocurrido el 15 de junio de 2012 en Marina Cué, y la duda de qué pasó en Curuguaty.

Sobre el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, Luis Lezcano Claude, dijo que es una personalidad dentro del derecho paraguayo y que tuvo un pasaje muy honorable en el Poder Judicial, pero que en este caso le dio un enfoque político en su posición.

Está de acuerdo con la comprobación de una tentativa acabada y también aclaró que el Tribunal sí puede cambiar la imputación de homicidio en grado de tentativa a homicidio doloso acabado.

Condena. Este lunes se realizó la lectura completa de los argumentos del Tribunal de Sentencia que condenó a los 11 campesinos a entre 4 y 35 años de prisión.

Rubén Villalba y Luis Olmedo Paredes fueron condenados por homicidio doloso agravado, tentado y consumado; invasión de inmueble y asociación criminal. El primero recibió una pena de 30 años de prisión, más 5 años de medidas de seguridad, y el segundo, 20 años de prisión.

Néstor Castro y Arnaldo Quintana recibieron penas de 18 años de prisión por la comisión de los hechos punibles de homicidio doloso agravado, tentado, asociación criminal e invasión de inmueble.

Mientras que Lucía Agüero, María Fani Olmedo y Dolores López Peralta recibieron penas de 6 años por los delitos de homicidio doloso agravado tentado, asociación criminal e invasión de inmueble en calidad de cómplice.

Por último, Felipe Benítez Balmori, Juan Carlos Tillería, Alcides Ramón Ramírez y Adalberto Castro Benítez recibieron una condena de 4 años de cárcel. Salieron libres al cumplirse la sentencia.

Artículo original: http://www.ultimahora.com/curuguaty-ex-defensor-campesinos-critica-chicanerias-y-politizacion-n1009085.html