Resumen del juicio oral #Marinakue en su sesión del 15 de enero de 2016

Antes de empezar el juicio, campesinos, campesinas, público presente y defensores rindieron homenaje a los caídos en la masacre de Marinakue, al cumplirse 3 años y 7 meses del triste hecho.

El primer testigo en presentarse la jornada de hoy fue el suboficial 2° Éver Ramón Ávalos Arce, quien brindó una breve relación de los hechos: llegaron, encontraron clavos miguelito o abrojos, abrieron el alambrado y ocurrió el tiroteo. Ávalos no supo precisar de dónde provino el primer disparo ni si Lovera estaba armado; declaró que si fuera así sería el arma reglamentaria.

Según el testigo Ávalos, el tiroteo duró 5 minutos, después disminuyó; la Fiscalía se encargó de recordarle el guión: 40 minutos duró «la disminución».

En ese momento la traducción se tornó ineficiente, el Tribunal debió intervenir para verter al guaraní la declaración, ya que el suboficial no lograba comprender.

Ávalos también dijo que el helicóptero dio tres vueltas y se detuvo en el aire. Llamativamente, la Fiscalía y el juzgado interrumpieron a la defensa cuando ésta trataba de indagar qué entendía el personal uniformado por la palabra “kokue” pero en jerga policial paraguaya. En una búsqueda simple encontramos en prensa que “jefe kokue” significa jefe «planillero» (en el sentido que, este figura que presta servicio público pero en su lugar hace servicios para privados).

Ávalos afirmó en su declaración que los agentes de la FOPE llevaban armas al igual que el grupo táctico, el cual pasó al frente de la marcha antes del tiroteo y se puso en posición de intimidación.

El segundo testigo en declarar fue el suboficial 2° Lidio Arévalos Villalba, de la policía antimotines. Afirmó que el subcomisario oficial Erven Lovera ordenó que el grupo táctico (fusileros) pasara al frente, que la balacera duró 4 a 5 minutos, después disminuyó y finalmente cesó. Arévalos no vio disparar a ningún campesino ni pudo precisar de dónde provenían los disparos.

Declaró que 8 días antes de la masacre la Policía ya estuvo en la estancia Campos Morombí para “resguardar”. El helicóptero sobrevolaba al inicio de los disparos y afirmó saber (ese día) que los agentes de la FOPE venían por el lado del monte y que portaban armas.

Arévalos también mencionó que no hubo ningún civil para leer la orden judicial que debían cumplir. Sobre los disparos, dijo escuchar tiros, tiro por tiro y ráfagas también. Los fusileros de la Policía en la masacre eran 9 o 10, (sin contar a los de la FOPE). Los campesinos, en cambio, la mayoría portaba foisas o machetes. Afirmó también que los fusileros sí dispararon y que Lovera llevaba pistola.

A su vez, el suboficial inspector de la Policía, Antonio Alcides Gaona González, prestó su declaración bajo juramento como tercer testigo en la jornada. Mencionó que entraron por dos frentes, ellos por la parte trasera, desde la estancia Paraguay. Señaló que desenfundó su arma, fue herido y que la FOPE no se acercó hasta donde se encontraba desde un primer momento, sino tiempo después.

Según Gaona, la Policía recibió información de gente al interior de la ocupación de Marinakue, quienes acusaban a Rubén Villalba porque tenían diferencias ideológicas con él. El testigo interpretó maliciosamente que la presencia de campesinos desarmados (la mayoría) era un «escudo humano», siguiendo el guion fiscal al pie. Los oficiales ya conocían a Rubén Villalba, dijo, por fotografías que los jefes policiales les hicieron ver.

Gaona señaló que la FOPE tenía pistolas y armas automáticas ese día. También declaró que el helicóptero sobrevoló todo el tiempo y que en él hubo tres ocupantes: el piloto, el navegador y quizás uno de los instructores.

El oficial Gaona afirmó tener conocimiento del protocolo de derechos humanos para la ejecución de desalojos. Manifestó también que estuvieron representantes de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, quienes grabaron el procedimiento y declaró no haberse dado cuenta en ningún momento de la quema de pastizal ni que se haya quemado nada; tampoco pudo ver si quedó alguien custodiando el lugar.

En el transcurso del la última declaración testifical se dejó de lado la traducción al guaraní por parte de la persona encargada de ese servicio. Desde entonces transcurrió el juicio en castellano y castellano mezclado con guaraní (jopara) indistintamente.

El comisario Pablino Vera recomendó no usar armas y durante el tiroteo se escuchaba la sirena del helicóptero continuamente, dijo el testigo Gaona. Éste, además dijo desconocer las fuentes de la información que manejaba la Policía respecto a la supuesta práctica de tiro en la zona.

El juicio continúa el martes 19 de enero de 2016, a las 8 am, en la misma sala 2 de juicios orales del 2° piso del Palacio de Justicia de Asunción. ¡Sigamos acompañando!

Informe: Articulación por Curuguaty